Me gustaría sentarme al filo de la vereda como antes.
Que escuches lo que hablo.
Que te quedes cuando no te debes quedar.
Me gustaría no amargarme, pero soy así.
Quisiera que no te vayas.
Que no pongas tu cara de aburrido.
Me gustaría que en ese momento cuando soy insoportable, me abraces.
Que no te vayas aunque te quieras ir con tu amigo.
Que seamos primordiales y no segundones.
Me gustaría romperte los esquemas que llevas en desorden en la cabeza.
Para que entiendas que estar así no es simple, pero tampoco complicado.
Para que puedas reírte mañana y no arrepentirte.
Me gustaría que siempre, siempre estés conmigo no sólo como chico, sino como amigo.
Para que no reclames cuando yo decida hablar y tú ya no estés.
Para que no llames a preguntar a través del auricular “te pasa algo,no?”
Me gustaría que siempre seas feliz, pero la vida no es así.
Todos y todo tiene un por qué, un cuándo, un cómo y sobretodo un dónde
Todo es lo que yo necesito de ti cuando yo estoy como flotando sin saber a dónde ir.
